Cuando el doctor Fuster le salvó la vida a José Luis Sampedro en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, entre ambos surgió algo másque una simple relación entre médico y paciente. Desde entonces siempre han mantenido, con una emotividad muy especial, apasionadasy apasionantes conversaciones sobre el papel que han de desempeñar tanto la salud y la ciencia como el humanismo y la sabiduría. Este libro es el fruto de las conversaciones mantenidas por ambos en presencia de Olga Lucas, que ha «traducido» lo oído, vivido ypercibido durante tres intensos días. Apoyándose en sus experiencias personales y profesionales, con una intención decididamente divulgativa, nos hablan de la salud como estado de equilibrio corporal y emocional, de educación y realización personal, del valor del esfuerzo y la ética del deber, del amor y el apoyo del «otro», del papel de la juventud y de los que están en «la segunda vida», del afán de trascender... en definitiva, de la ciencia y la vida. Dos hombres, de formación distinta pero radicalmente complementarios, se unen en este libro, tan inclasificable como necesario, con el fin de compartir sus conocimientos y experiencias para promover la salud y estimular el papel del individuo en nuestra sociedad. Porque sólo desde la transmisión de la salud y del saber se puede -y se debe- conseguir un mundo mejor.