Además de combatir las conspiraciones de sus celosos conciudadanos, Gourlay deberá afrontar otras dificultades. Y es que, tras la esplendorosa fachada de su propiedad, se esconden unas conflictivas relaciones familiares. El regreso a la aldea de un antiguo vecino provocará una avalancha de acontecimientos fraguados en silencio durante años. Con esta novela, traducida por primera vez al español, el autor inauguró la literatura escocesa moderna.