Ilustrado con bellas fotografías del propio autor, este libro del comandante y reportero australiano Alan Villiers no desdeña un cierto sentido de documental, de descubrimiento y de divulgación de la última actividad económica que hacía uso de la navegación a vela en viajes transoceánicos: la pesca del bacalao por hombres y barcos portugueses. A la manera de la época (el libro fue escrito en el ecuador del pasado siglo), el retrato literario de una campaña de pesca del bacalao por pequeñas embarcaciones de madera tripuladas por un solo hombre (modo de pescar que, en aquel tiempo, ya solo los portugueses practicaban) sería una narrativa documental, pero nunca tan fría como los mares en que Villiers convivió con los pescadores lusos.
Los actores principales de la historia son el propio navío y sus hombres. De igual modo que en otras narrativas marítimas, el Argus y su gente se funden en un único universo humano. Tal como sus tripulantes, el barco es personificado y animado; provisto de una alma grande que, día y noche, respeta y desafía las contingencias del mar, las tormentas, la densa niebla, los icebergs. Villiers vivió más de cinco meses como camarada de los pescadores portugueses y firmó una gesta de aventura y esforzado trabajo en la que el lector hallará una obra maestra de la narrativa marítima.
Este relato se ofrece al lector por primera vez traducido en lengua española.