ntre los textos latinos que nos ha legado la antigüedad cristiana destaca la «Regla» de san Benito, tanto por sus cualidades intrínsecas como por el influjo que ha ejercido en la evolución de la vida religiosa en Occidente y aun en la formación misma de Europa. Se la ha calificado de «condensación monástica para el futuro». Y en realidad no solo resume de un modo genial la doctrina y las instrucciones de los Padres, sino que nos ha llegado con un mensaje perfectamente válido, como lo atestiguan los miles de monjes que siguen practicándola hoy.
Como complemento a la «Regla», esta edición incluye el Libro II de los «Diálogos», en el que san Gregorio Magno traza con precisión el perfil biográfico de san Benito, al que llama «varón de vida venerable, lleno de espíritu de todos los justos».