Un día tienes dos minutos libres o vas de viaje. Te da pereza comenzar una lectura larga o continuar con la novela que tienes entre manos. La alondra y las tortugas es una solución perfecta. Lees una narración y te quedas saboreando el mensaje que está escondido en el entrelineado. No hace falta leer todo. No tienes que leer para acabar nada. Solo leer para alimentar tu espíritu.