En la misma época, Leni, adivina, se gana la vida trabajando en cabarets y clubes nocturnos. Cuando Hitler, tras la anexión de Austria, consigue hacerse con la lanza, parece que nada podrá detener la conquista del mundo por parte de los nazis. Sin embargo, en 1941, en plena batalla de Inglaterra, Hitler empieza a sospechar que la que está en su posesión no es la auténtica lanza sagrada. No duda en recurrir a la joven Leni y a sus poderes de videncia para localizar la verdadera lanza que, según unos manuscritos encontrados por los nazis, se encuentra e una peligrosa zona del norte de España controlada por el maquis.