Este libro es más una aventura misteriosa que una fuente de conocimientos específicos; quien lo lea reverentemente, con calma, con el aliento contenido, con jubilosa ansiedad y con la sensación de ingresar en un territorio grandioso e ignorado -seductor y fascinante como todo misterio-, será conducido a, cuando menos, un ajuste de su conciencia individual con una conciencia superior de la cual es parte, ajuste que deberá ser una expansión, un efecto de feliz dilatación, de alborozo, de exaltado ascenso a las montañas de su ser.
El despertar del fuego serpentino, la kundalini, la energía cósmica, el aspecto femenino de la energía creadora de la evolución, que en su especializada y más individual manifestación yace dormida, enroscada, en la base de la espina dorsal del ser humano, como una chispa del fuego universal divino, sólo se otorga a la persona que está próxima a etapas evolutivas avanzadas, quien así logra un alivio, una liberación, y se vuelve como un pájaro que al fin descubre para qué sirven sus alas...