El objeto central de este libro es no sólo explicar los principios que rigen el conocimiento del color sino principalmente proporcionar técnicas de aplicación de un sistema que puede ser aprovechado por todos.
A partir de un diagnóstico inicial se aplican básicamente dos métodos: uno metafísico -observación de las causas-, y otro físico -observación de los síntomas-, el primero de los cuales es fundamental.
El color tiene la maravillosa cualidad de aliviar las enfermedades sin usar medicamentos, por medio del poder extraordinario de la luz que trabaja en todos los niveles de nuestro ser.
Cada diagnóstico es individual y considera que la persona es, además de un ser físico, un conjunto de finos vehículos mediante los cuales la fuerza de su alma trabaja.
Con frecuencia se ha ignorado el valor de la luz; las personas se encierran en casas pequeñas alumbradas deficientemente, en ciudades o pueblos muy congestionados; esta oscuridad se extiende a los planos mental y espiritual. La negación de la luz ha traído consigo numerosas enfermedades.
Es tiempo de comprender que las enfermedades se originan principalmente en la conciencia y después se manifiestan en forma física; que nuestras ondas de pensamiento se presentan como color y que éste aplicado a nuestro medio y a la atmósfera mental puede cambiar nuestra perspectiva de la vida.
El color siempre está a nuestro alcance, manifestándose en todos los momentos de la vida, es la fuerza cósmica más potente; podemos aplicarlo con alegría, fe, optimismo y, sobre todo, con inteligencia.