De niño procuré adquirir cultura y aspectos análogos de lo útil, el poder, la educación. Durante la juventud que se entregue al Amor y al placer y en la vejez, a la Ley Sagrada y a la Liberación.
Que el placer es una sensación adecuada, rebosante de alegría, que brota de la conciencia y es rica en resultados, se puede aprender en el Kama Sutra y frecuentando a gente de mundo.
Dice Vatsyayana:
"La unión erótica de un hombre y una mujer, exige un método, que se consigue con el Kama Sutra. Entre los animales, por el contrario, la vida sexual no necesita métodos, porque las hembras no se mantienen escondidas; el apareamiento tiene lugar, hasta la satisfacción, durante el periodo de celo y las uniones no se acompañan de reflexión alguna".