Indudablemente, Franz Kafka es uno de esos escritores tan universales cuya obra ?tanto por su excelencia como por los enigmas que encierra? sigue permitiendo nuevas visiones e interpretaciones, se diría que en un sentido casi ilimitado. Por su parte, Kuper es un artista gráfico de un espectro sumamente variado, que lo mismo ha creado diarios de viajes, novelas gráficas, o reinterpretado con gran éxito clásicos como Alicia en el País de las Maravillas. En Kafkiana, realiza una adaptación de catorce relatos de Kafka, entre ellos «En la colonia penitenciaria» o «Un artista del hambre». En esta ocasión se inspira en una estética similar a la de artistas de grabados como Lynd Ward o Frans Masereel, produciendo un efecto asfixiante, en perfecta consonancia con la escritura del propio Kafka.