Lydia no puede dejar de pensar en Rhys, un hombre atractivo, sexy y divertido que también es su nuevo jefe. Siempre ha hecho lo que debía y, aunque no tiene mucha experiencia, está dispuesta a todo para conquistar a Rhys. Incluso subastar su virginidad. Sí, no es el plan más sensato y Lydia tiene mil razones para no hacerlo, pero también podría salir bien ¿no?
Jana Aston regresa con su novela más loca y divertida