La historia de Juul tiene su origen en una breve noticia, publicada en un diario belga: Un chico de 13 años se suicida después de haber sufrido vejaciones a manos de otros niños.
El libro de Gregie de Maeyer y Koen Vanmechelen, aparentemente duro, es una cálida y comprometida llamada de atención para que los lectores, no solamente niños, reflexionen sobre la crueldad y la violencia que se da entre los propios niños también en España.
Juul es un proyecto pedagógico, en el que han participado instituciones como el Ateneo Técnico de Tongeren (creando las figuras de madera) y el Instituto de Ciencias de la Educación de Hasselt (Limburgo).