Pero ¿quién me manda ir a Puerto Vallarrata? Qué vacaciones más tremendas: me han perseguido tiburones y cucarachas, me he quemado los morros al sol y me han obligado a lanzarme con paracaídas y hacer puenting. ¡Por mil quesos de bola, me muero de ganas de volver a casa para poder descansar!