La reivindicación de la memoria histórica y las críticas a la Transición han estado presentes en la vida pública española durante la última década. Buena parte de esas críticas obedecen a que no se puso en marcha un programa de medidas que repararan eficazmente a las víctimas republicanas de la Guerra Civil y del franquismo.
En esta obra se examina la llamada justicia transicional y se valora positivamente la Transición como paso previo al análisis crítico de las leyes de memoria histórica aprobadas en España.
Pero el movimiento a favor de la recuperación de la memoria histórica esconde algo mucho más profundo e importante: la crisis nacional que vive España, y que sólo se comprende cabalmente por el agotamiento de los proyectos nacionales que dos generaciones de españoles han impulsado desde la Transición.