La situación carcelaria en los países de América Latina y el Caribe es de oprovio y vergüenza; personas que han sido privadas de su libertad por la decisión de justicia son sometidas al hacinamiento y a otras penas crueles, inhumanas y degradante, como las denominara la Convención americana de derechos humanos (Pacto de San José de Costa Rica) y la Convención de Naciones Unidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.