Cyril y Bastien, dos jóvenes franceses desengañados, se imponen mes y medio de vacaciones en los Estados Unidos. Mientras van errando por una Nueva York en crisis y sin sus Torres Gemelas, se abre ante ellos un mundo repleto de situaciones desconcertantes y de personajes singulares, truculentos y patéticos: entre ellos un presunto martiniqués, una haitiana amiga de plantas venenosas, un exmontonero metido a administrador de un parque de bomberos y un veterano del Vietnam cuya excepcional aventura cambiará definitivamente sus vidas. Este libro hay, en el continente asiático, hormigueantes de una inquietante vida animal y atravesadas por las obstinadas deflagraciones de la guerra. Otras, en las Antillas, que albergan los palenques rebeldes, poblados por esclavos cimarrones y caribes alzados, donde se forja una nueva humanidad, mestiza, solidaria. Otras por fin, espacios babélicos de asfalto y hormigón, en las que bulle una multitud cosmopolita confrontada con el desarraigo, el exilio, la violencia, en pos de reconocimiento y triunfo personal.
En todas estas selvas brillantemente evocadas por la autora, no reparará en sumergirse la inseparable y despreocupada pareja de amigos conformada por Cyril y Bastien. Ahí aprenderán a rebasar sus desengaños personales, a descifrar, a través de la trastornadora historia de un veterano del Vietnam y de sus propias experiencias urbanas, los enigmas del pasado así como las complejidades del presente.
En esta novela de aventuras y de amor, bajo el signo del humanismo y la utopía, la autora nos brinda una vez más una generosa y esperanzada visión de la vida.