«En fin, no creo que todo ser humano por el simple hecho de llevar el flequillo cortado en línea recta por la mitad de la frente y tener un agujerito en la barbilla, parezca un romano. De todas formas, Álvaro es un poco tonto, porque los romanos no habían inventado las gafas, así que no podían llevarlas y, sin embargo, yo llevo las gafas más feas del mundo entero y parte del universo».
Un cine, un videoclub, un bar de mayores y otro de jóvenes y una iglesia son las poquitas cosas de interés que tiene Algarrabás. Hasta allí viaja Julio Alberto, con su madre, profesora de Matemáticas, a quien siempre destinan a lugares diferentes.
Aunque el comienzo de curso siempre es duro, Julio Alberto, o Julius \"el Romano\" para los amigos, encontrará rápidamente un grupo de compañeros con los que jugar, amigos de verdad, de los que son para siempre, como Álvaro \"el Rata\", Miguelito \"el Tonel\" y Carlos \"el Chupón\". Pronto se dará cuenta de que junto a ellos su vida ha cambiado y que ahora hace cosas más divertidas con las que, además, aprende a vivir.
Valores: Amistad, Solidaridad, Comprensión, Amor, Educación medioambiental, Sinceridad,
José Manuel Rodríguez nació en Dos Hermanas (Sevilla), pero desde hace veinte años vive en Estepona (Málaga). Como le gusta hacer deporte, está encantado con las playas de ese sitio y sobre todo con las montañas, ya que pasea mucho en bici. José Manuel va con sus hijos Alejandro y Jaime al cole y se queda allí, ya que trabaja de secretario y librero en el mismo centro. Empezó escribiendo obras de teatro que representaban los alumnos de primaria de su colegio. Ha sido finalista del IV certamen Retratos de mujer de Jaén y ganador del V certamen Creajoven de Estepona. Dice que los niños como Julius le inspiran un montón para escribir.
Juanan nació en Huesca y ahora vive en Valencia. Ilustra cuentos, hace chistes en periódicos locales, y ha publicado comics (en algunos de ellos están como personajes sus hijos, Sara y Javi). Ha inventado juegos educativos y planos súper divertidos, como el del Parque Juan Carlos I del Campo de las Naciones, de Madrid. También se lo ha pasado muy bien como director creativo, creando juegos y dibujando tarjetones, carteles y hasta cromos. Le encanta tocar la guitarra (¡tiene tres!) y el piano (sólo uno).Pero lo que más le ha gustado siempre ha sido pintar monos. Confiesa que alguna vez se sintió el hijo de la profesora, como le pasa al protagonista de esta historia.