La ficción parecía cada vez más real... Jugando con el deber Le había resultado más sencillo enfrentarse al fuego enemigo que a las insinuaciones de la hija del general. El marine Rad Kozlowski tenía que admitir que estaba en verdadero peligro y sólo había un modo de huir: encontrar una mujer que fingiera ser su novia. Afortunadamente, conocía a una bella rubia ideal para aquella misión... La inteligente librera Serena Anderson sabía por experiencia que debía alejarse de los militares. Pero cuando Rad le propuso aquel trato, no pudo negarse a fingir un poco. Al fin y al cabo, ninguno de los dos buscaba nada serio, así que sólo tendrían que darse algunos besos... y luego algunos más.