Argumento de Judíos, ¿vergüenza o Victimismo?
El libro analiza la visión que ha tenido a lo largo del tiempo la sociedad estadounidense (sus dirigentes y, en especial, los judíos norteamericanos) del Holocausto judío en la Alemania nazi. Desde el momento en que se estaba produciendo hasta la actualidad va haciendo un repaso a las distintas formas en que la memoria histórica se ha ido configurado respecto a ese hecho, desde la falta de interés e incluso la negativa a hablar de ello, hasta la superabundancia de información, con museos, congresos, monumentos, charlas de supervivientes, asignatura en los colegios, viajes, publicidad, cine, literatura, etc., todo ello, además, con diferentes orientaciones e intentando dar respuesta a numerosos interrogantes: la vergüenza y el victimismo de los supervivientes, las ideas de responsabilidad ¿se pudo haber hecho algo?), la generalización del holocausto (¿se puede hablar de un holocausto en Camboya, en Bosnia, en Palestina o el término holocausto sólo es apropiado para el caso de los judíos en la Alemania nazi?,) etc..
En palabras del autor: «Este libro surge de la curiosidad, el deseo de saber por qué el Holocausto ha llegado a tener tanto peso en la vida cultural de Estados Unidos durante la década de 1990, cincuenta años después de haber ocurrido y en un territorio situado a miles de kilómetros de su escenario, y del escepticismo, en la condición de judío y de estadounidense del autor, y tenía que ver con otra pregunta: ¿acaso el papel destacado que ha pasado a desempeñar el Holocausto, tanto en el discurso de los judíos estadounidenses como en el del país en general, es tan deseable como la mayoría de la gente parece pensar? La historia de cómo el Holocausto empezó siendo marginado, para después ocupar el centro de la vida estadounidense, sólo será una historia de elecciones en el sentido atenuado que acabamos de describir. Los judíos estadounidenses estarán en el centro de la historia, ya que son ellos los que han tomado la iniciativa a la hora de centrar la atención de este país en el Holocausto. Pero nuestra historia no será en absoluto exclusivamente judía. En primer lugar, porque los judíos estadounidenses, no menos que sus demás conciudadanos, son fruto de la cultura de EEUU, e incluso en la construcción de su conciencia judía han respondido a cambios políticos, sociales y culturales que han afectado al conjunto de los estadounidenses. Y aunque fue la iniciativa judía la que puso el Holocausto sobre el tapete en Estados Unidos, tenemos que preguntarnos qué características de la sociedad y la cultura estadounidenses de finales del siglo XX han hecho que los gentiles de este país fueran sensibles a tal iniciativa. Algunas de las influencias que han determinado cómo hablamos del Holocausto, y cuánto, son bien conocidas y pueden rastrearse en fuentes escritas; otras son más crípticas y sólo pueden reconstruirse consultando los archivos. Además, estas influencias han interactuado de formas complejas».0Los años de la guerra. Más o menos lo sabíamos. Si nuestros hermanos hubieran mostrado más compasión. El abandono de los judíos. Los años de la posguerra. Los campos de desplazados han cumplido su función histórica. Eso es el pasado, y debemos ocuparnos de lo que ocurre hoy. No sería lo mejor para los intereses de los judíos. Los años de transición. Una judía que se odia a sí misma escribe una serie de artículos a favor de Eichmann. Una factura emitida "por los sufrimientos prestados".