Sin dejar de reconocer que se trata de un hallazgo arqueológico del máximo interés, Tom Wright sostiene que el "Evangelio de Judas" no nos dice nada del Jesucristo real ni del Judas real. Por el contrario, el entusiasmo con el que algunos lo han acogido habla más bien de la infructuosa "búsqueda de un Jesús alternativo" y demás supuestos sensacionalistas como los analizados en "El código Da Vinci" de Dan Brown.
El estudio de este antiguo escrito ha convencido a Wright de que el texto deja al descubierto, de una forma más llamativa de lo que jamás se haya conocido antes, la quiebra definitiva de la visión del mundo que pretende poner de relieve. El "Evangelio de Judas" también revela, por contraste, la irresistible y atractiva naturaleza de la verdadera fe cristiana tal como se desprende del Nuevo Testamento: la fe por la que padecieron y murieron quienes se opusieron a los gnósticos del siglo II de nuestra era cristiana.