Considerado en la actualidad uno de los mayores poetas de habla castellana, Juan Gelman ha construido una obra fundamental que lo ha llevado a ser considerado, año tras año para ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Al leerlo observamos lo variado de su producción y la búsqueda de nuevas formas, estilos, géneros, estéticas. En ese amplio contexto, lo maravilloso de la vida cotidiana, la preocupación por lo político y lo social conforman el latir de su poesía. Gelman sigue siendo un poeta que no ha abandonado el ejercicio de la palabra con intención de justicia artística y social. Precisamente su lírica volcada a la denuncia de la injusticia lo ha transformado en receptor de los dolores ajenos. Pero no por eso debemos encuadrar su obra en lo que se define como literatura testimonial o comprometida. Con la poesía, Gelman sobrevivió a los dolores y las tragedias personales. En este punto ha sido esencial su encuentro con San Juan de la Cruz, el gran poeta místico del catolicismo y de la lengua castellana, porque en él halló lo sagrado de la vida cotidiana, que es también decir lo misterioso. La derrota o fracaso del proyecto de cambiar el mundo o, al menos, su país del que Gelman participó en forma activa lo llevó a cubrir ese espacio con palabras, pero no a modo de justificación o simple conformismo. Su vida y obra reflejadas en esta Guía básica de lectura, permiten descubrir el itinerario vital y poético de un creador fundamental de este tiempo.