Una biografía que nos acerca al apóstol de Andalucía, patrono del clero español, sabio director espiritual, predicador incansable... Todos estos son títulos, y bien merecidos, que se asocian a la admirable y ejemplar figura de san Juan de Ávila. Sin embargo, ninguno identifica tanto a nuestro santo como el de Maestro.
San Juan de Ávila fue buen maestro porque antes aprendió a ser un fiel discípulo de Jesucristo. Repetía continuamente que sólo se puede hablar de Dios si antes se ha hablado con Él. Después, se acercaba a la historia y situación de los hombres y ponía en ellos la levadura del Evangelio. Por ello figura entre los grandes evangelizadores de la historia de la Iglesia española, a
a espera de ser declarado oficialmente doctor de la Iglesia.
Gracias a este libro podemos conocer un poco mejor las fuentes de la espiritualidad y la ejecutoria eclesial, evangelizadora y humana de esta personalidad ciertamente singular que es el maestro Ávila.
Juan Rubio Fernández es sacerdote diocesano y director de la revista de información religiosa Vida Nueva. Autor de diferentes libros, en los últimos veinticinco años ha trabajado en diversos medios de comunicación, ejerciendo el periodismo como compromiso eclesial y sacerdotal.