San Juan de Ávila es sacerdote, "maestro de santos" -de los muchos de su tiempo y de los sglos posteriores- y Maestro de espíritu para sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares.
De él decía Santa Maravillas de Jesús: "No hay nada que me guste tanto como el Beato Juan de Ávila hablando del Señor". Por eso, la Madre Magdalena de la Eucaristía, que conocía perfectamente todas sus obras, facilitó a la Madre Maravillas y a las carmelitas la lectura diaria de Juan de Ávila en estos acertados "Pensamientos y sentencias", expresión tomada del gran secrote español, que esta obra ofrece a toda la Iglesia.
El libro presenta la primera parte de esos "Pensamientos y sentencias", precedidos de una biografía de San Juan de Ávila.
Destacan por su importancia y actualidad las "plácticas a los sacerdotes", que es toda la primera parte. Una breve segunda parte son las plácticas a las monjas. Y la extensa tercera parte, las "Cartas a sacerdotes, religiosos y seglares".
Una obra, que tendrá su continuidad en el tomo dos, llamada a divulgar ampliamente lo mucho y bueno que el Patrono de los sacerdotes españoles dice a sacerdotes, religiosos y a todo el pueblo de Dios.
"HABRÁ BUENOS CRISTIANOS SI HAY BUENOS SACEDOTES"