Argumento de Isabel II y Tres Dramolette
Bernhard fue un maestro del dramolett: la pieza dramática breve, satírica y aguda que aborda un tema de actualidad y se presta tanto a ser leída como a ser representada. Los tres dramolette aquí recogidos, centrados todos en la figura de Claus Peymann, su director y amigo, son un reflejo de sus obsesiones y, en el fondo, un homenaje a contrapelo al Burgtheater, el teatro vienés por excelencia. Alguien dijo una vez que ser director del Burgtheater era más importante en Austria que ser Canciller Federal.
En cuanto a Isabel II, es una de esas obras de Bernhard de las que siempre se dice que sólo pueden funcionar con grandes actores. Como si eso fuera un demérito. En el presente caso al menos, hay razones para afirmar que su personaje central, un industrial traficante de armas, viejo, enfermo y absurdo, es uno de los personajes más complejos y patéticos que Bernhard creó nunca. Un verdadero regalo para cualquiera actor que quiera y pueda aceptar el enorme desafío.0