Una de las grandes virtudes de este trabajo es la completa y amplia información que de cada epígrafe proporciona la autora tanto relativa a las circunstancias y contexto de su hallazgo como referida, cuando ello es posible, a las particularidades de cada texto, acompañado siempre de su edición, restitución, traducción y análisis lingüístico a más de atinadas observaciones sobre la grafía. Todo ello enriquecido las más de las veces por fotografías casi siempre de calidad excelente que además de su utilidad para el estudioso permiten comprobar la akríbeia y el rigor de las lecturas propuestas por la doctora de Hoz. Además de eso, cada uno de los lugares donde han sido halladas las inscripciones es introducido por una útil referencia que permite contextualizar mejor los epígrafes allí aparecidos.
El resultado alcanzado es sorprendente: un volumen de más de seiscientas páginas que cataloga 499 epígrafes, entre ellos 61 inéditos, sin contar falsos, dudosos y otros, que también encuentran hueco en estas páginas si bien, como corresponde, en lugar aparte. Aunque no es el primer catálogo de inscripciones griegas de la Península Ibérica que aparece, y la propia María Paz de Hoz es autora de uno de ellos, sí es el más completo y, sobre todo, el más detallado y el que más atención presta a cada pieza discutiendo y debatiendo las propuestas previas y aportando sus propias interpretaciones cuando, con frecuencia, no coinciden con las hasta ahora publicadas.