Charles se enfrenta al juicio público en el palacio de Versalles esgrimiendo un ánimo inquebrantable y sólidos argumentos que prueban su madurez como ajusticiador.
Mientras tanto, en Austria, le toca a María Antonieta ocupar el puesto de Delfina de Francia y Marie-Josèphe Sanson recibe la orden de velar por su seguridad.
La boda del siglo está cada vez más cerca, pero Luis Augusto, el heredero al trono, jura mantener la castidad toda su vida para acabar con el régimen monárquico.
¡¡Acarreando el sino que la sangre de cada uno de ellos les impone, los jóvenes se sitúan ya en pleno primer plano de la Historia!!