El genio prosiguió su camino y desarrolló todo su talento. Perfeccionista hasta límites inimaginables, trabajó duro y su esfuerzo se vio recompensado. El gol de Stamford Bridge quedará para siempre grabado en la retina del aficionado culé. Igual que el tanto más importante de la historia del fútbol español, aquel que dio la victoria a España en el Mundial de 2010 y que mostró la dedicatoria más emotiva que hubiera podido imaginarse, a su fallecido rival y amigo Dani Jarque. Tras dos nominaciones al Balón de Oro y el premio a mejor futbolista europeo de 2012, Andresín se convirtió en Don Andrés.