En un periodo de altísima agitación social en relación con el periodo de posguerra, surgió entre los músicos juveniles de Argentina y Colombia la necesidad de acercarse a los productos culturales ofrecidos por la modernidad. El rock se convirtió en un símbolo inconfundible de lo moderno. En ambos países, cientos de jóvenes iniciaron un proceso de imitación de la música internacional. Con el paso de unos pocos años, estos mismos jóvenes, ahora más maduros, consideraron que era importante apropiarse de la modernidad. Manifestaron en su música imaginarios nacionales. Fusionaron ritmos modernos con armonías y melodías propias del faldar local: muy cerca al decenio del ochenta, los jóvenes en la Argentina crearon lo que actualmente conocemos como el Rack Nacional Argentino. Los artistas juveniles colombianos, por el contrario, fueron desapareciendo principalmente por razones de mercado. Estas son dos historias marcadas por la endogeneidad, que encuentran un punto de inflexión a mediados de la década del ochenta, cuando el rock argentino se constituye en la experiencia de la modernidad latinoamericana. Por medio del análisis discursivo y la implementación de la historia serial, esta investigación reconstruye un periodo definitivo en la conformación de la juventud en Latinoamérica.