La demanda de reconocimiento de la propia identidad es un concepto maestro que unifica gran parte de lo que está sucediendo hoy en la política mundial. El reconocimiento universal en el que se basa la democracia liberal ha sido cada vez más desafiado por formas más estrechas de reconocimiento basadas en nación, religión, secta, raza, etnia o género, que han resultado en populismo antiinmigrante, el resurgimiento del Islam politizado, el ?liberalismo de identidad? de los campus universitarios y el surgimiento del nacionalismo blanco.
Identidad es un libro urgente y necesario: una aguda advertencia de que, a menos que forjemos una comprensión universal de la dignidad humana, nos condenaremos a continuar con los conflictos.