La iconografía erótica ha sido durante mucho tiempo la gran olvidada en los estudios iconográficos medievales en nuestro país, aunque en los últimos años están viendo la luz algunos trabajos relacionados con el tema. A pesar de la gran cantidad de ejemplos que podemos encontrar en una gran parte de nuestras iglesias medievales, principalmente románicas, y en otras obras de arte del mismo periodo, como las miniaturas o las sillerías de coro, los trabajos relacionados con el arte y la iconografía medievales en nuestro país han dejado muchas veces de lado, incluso ignorado, este tipo de representaciones que tan extrañas resultan a los ojos del hombre actual, sobre todo por estar la mayoría vinculadas a un contexto religioso. Aunque todavía no se ha encontrado una respuesta convincente y rotunda para explicar el porqué de estas imágenes en las iglesias, concentradas principalmente a lo largo de los caminos de peregrinación desde las Islas Británicas, oeste de Francia (Auvernia y Normandía) y la mitad norte peninsular, merece la pena acercarse a ellas para comprender y conocer otra faceta más, quizá la menos divulgada, de este periodo tan fascinante que fue la Edad Media occidental.