Ichitaka se muere de ganas de saber lo que piensa realmente Iori. De camino a casa, se suben a un tren e Ichitaka le vuelve a decir que la quiere y... ¡sorpresa! ¡Resulta que ella también le quiere! Iori acompaña a Ichitaka a su habitación. Allí, se abrazan e Ichitaka la acuesta, pero no todo saldrá bien...