Guts es un guerrero vestido de negro de los pies a la cabeza que porta una gigantesca espada más larga que su propia estatura y un robusto brazo ortopédico de hierro... Allá adonde va se forman ríos de sangre y montañas de cadáveres.
Después de tres años tratando de convencerse de que la Banda del Halcón era su lugar en el mundo, Guts decide abandonar a sus compañeros. El motivo de la decisión es, en parte, recuperarse a sí mismo, ya que había acabado siendo la sombra de Griffith, quien por su lado estaba cada vez más cerca de la luz. Y, por otra parte, también pesa el deseo de demostrarle a Griffith que puede conseguir la victoria por sus propios medios. Sin embargo, el comandante de la banda se empeña en retener a Guts aunque sea por la fuerza, de modo que le propone dirimir la disputa con un duelo idéntico al del día en que se conocieron. El duelo se solventa con una victoria arrolladora de Guts, que doblega a su hasta entonces líder con un solo golpe. Algo empieza a desmoronarse en ese momento en el estado de ánimo de Griffith...