Todo comienza con la aparición de un cadáver en una vivienda alterando el tranquilo vecindario y despertando toda clase de comentarios. No sabemos quién es el muerto que es trasladado por la policía. Comienzan las investigaciones dirigidas por dos inspectores: Ruano y Santos. Meses antes Antonio Garcés llegó a instalarse en uno de los pisos de ésa misma finca. Es un hombre atractivo y simpático, un profesor adjunto de la universidad. Hace una visita de cortesía a los vecinos de abajo, un matrimonio compuesto por Marta Gilabert y su marido Julián? Así da comienzo la trama de la novela Huecos de un mismo Dios. En ella el autor describe con profundidad la idiosincrasia, la personalidad y la voluntad humana de los protagonistas ante la creencia de lo justo e injusto. Son los particulares criterios que uno puede encontrar en una sociedad enrarecida como la nuestra. Todo esto está acompañado de una detallada trama de investigación policial. Huecos de un mismo Dios nos demuestra que la verdad y la ficción que contemplamos en las series de televisión se basan en un hilo conductor: la realidad supera la ficción. En este caso el lector disfrutará leyendo una obra que mezcla ambos elementos. Al finalizar no podrán discernir si lo leído es cierto o fruto de la imaginación del autor.