Resultado de su investigación es este extraordinario libro, que trasluce una especie de visión «antropológica» del monacato, independiente de las latitudes o de las religiones: las diferencias litúrgicas y teológicas pasan a un segundo plano ante la dimensión espiritual común, ante la presencia perceptible de un elemento metafísico que trasciende el tiempo y el espacio. El objetivo de Moleres capta estos aspectos en los retratos individuales de los monjes, así como en las visiones corales, que transmiten al lector sensaciones de una profunda paz interior.