El derecho de familia y el sentido común coinciden en esta atrevida exposición que sólo pretende evidenciar el conduso papel del hombre actual que quiere ser un padre feliz y muere en desidia judicial o marginación social tras un proceso de separación.
Esta obra, un análisis informativo y real, jurídicamente fundamentado, propone cómo aspirar a mejorar la lucha del hombre-persona de hoy que debe instalarse en una igualdad de trato con la mujer-persona. Y aquí no gozan de espacio aquellos que no desean ejercer como un padre responsable.
Se vierte opiniones sobre casos prácticos sin juzgar. Es sólo una muestra, una visión funcional y moderna de un abogado especializado en la materia y un periodista que ofrecen al lector nuevas ideas para comprenderr este complicado mundo y poder negociar cuando llega la crisis. Y desde la experiencia profesional y directa, todo es real.
Es España, el poder judicial aplica a menudo la Ley a favor de la mujer por el hecho de ser madre. Y, en este ridículo y contradictorio escenario, el hombre no cuenta ni participa, no aporta ni contribuye. En frecuentes casos le vemos deambular sin rumbo, merodeando sobre su frustrado intento de ser un padre separado feliz, pero a veces, huérfano de un componente tan esencial como el equilibrio.
Ante el machismo, de `capa caída´ desde el franquismo, frente a la violencia de género que por supuesto todos debemos marginar, aislar (incluida la TV), el nuevo hombre del siglo XXI repeta a la mujer como persona, la ve y trata como un ser igual, colabora hoy día activamente y en apreja con las tareas familiares.
Actualmente, el hombre moderno debe y quiere ser tratado igual que su compañera ante una separación, pues el rol biológico de madre no garantiza una posición de superioridad o un mejor trato judicial. Se propone por ello recapacitar, ya en seria reflexión, sobre esta situación que tanto amenza a la armonía y estructura familiar y, en particular, a la propia subsistencia afectiva y material del padre.