Horia-Roman Patapievici descubre este desvarío el desvarío moderno en sus raíces más profundas. El mal, sin embargo, no está en la modernidad, sino en su exceso. La solución consiste en reorientar los medios ofrecidos por el mundo de hoy hacia sus fines permanentes: la sed del bien, el aprecio sin envidia de las cosas elevadas, la esperanza de vivir después de morir. Y Dios, que aparece tras la esquina donde se le ha apartado.
Con la edición rumana de esta obra de excepcional calado filosófico, su autor conmocionó el mundo del pensamiento en un país sediento de libertad y de verdad. Para incredulidad de muchos, logró situarlo como best seller. Y suscitó un debate tan amplio en universidades y medios de comunicación, que la confrontación intelectual sobre sus tesis aún perdura.