?En sus páginas, Morós Peña nos muestra el canibalismo como una parte más de la historia, sin caer en truculentas descripciones ni en relatos efectistas, lo trata de una forma natural nos explica como, en todos y cada uno de los continentes de nuestro planeta, se ha practicado y aún hoy en día se practica esta costumbre milenaria.?(Web El inquilino de papel)
?Creo que os podéis hacer una idea de lo mucho que cuenta Historia natural del canibalismo, lo que puede afectar su lectura e incluso lo que provoca: pensar, razonar, criticar, autoanalizarse, preguntarse, responderse uno mismo? no puedo sino felicitar a Manuel Moros Peña por una obra tan completa en todos los sentidos.?(Web Anika entre libros)
Desde los rituales para la mejora de las cosechas y la caza hasta el canibalismo patológico, el hecho de que un ser humano se coma a un semejante ha causado una mezcla, aún en vigor, de repugnancia y fascinación.
Existen numerosas explicaciones para el hecho de que un ser humano se coma a otro ser humano: materialistas, culturales y patológicas. Es un hecho que fascina y repugna a partes iguales, muestra de ello puede ser el caso del caníbal Armin Meiwes que consiguió, a través de internet, un voluntario para ser devorado. Historia natural del canibalismo estudia la antropofagia en todas sus variantes, y desde el Neolítico hasta la actualidad, para descubrirnos que, lejos de ser una práctica ancestral y erradicada de exóticas tribus de América, África u Oceanía, el canibalismo está aún vigente y más cerca de nosotros de lo que creemos, si bien es cierto que practicado exclusivamente por psicópatas.
Manuel Moros recorre en esta obra el fenómeno del canibalismo en su totalidad, dividiendo primero los distintos fines del mismo: existe un canibalismo ritual encaminado a favorecer las cosechas y la caza, un canibalismo guerrero encaminado a someter y humillar al enemigo comiéndoselo, un canibalismo psicópata practicado en la actualidad por asesinos como Ed Gein, Albert Fish, Armin Meiwes o el Caníbal de Guerrero, y, por último, un canibalismo de supervivencia, éticamente distinto a los anteriores y famoso por casos como el del equipo de rugby Argentino retratado en ¡Viven! aunque también presente en los campos de concentración alemanes o en el sitio de Numancia. Pero, además de presentarnos rituales como los de las tribus africanas wari y fore, que se comen a sus seres queridos muertos en un último acto de amor y comunión, nos demostrará cómo el canibalismo fue usado por los colonos, tanto en África como en América, para justificar las matanzas y la esclavitud de millones de hombres, con casos tan flagrantes como el genocidio llevado a cabo por Leopoldo II amparado en la antropofagia de las tribus africanas.
Razones para comprar la obra:
- El libro es una auténtica novedad editorial porque aborda el canibalismo desde el patológico hasta el ritual y desde el Neolítico hasta la actualidad.
- La perspectiva del autor no esconde el horror de la antropofagia pero tampoco se recrea en los detalles más truculentos, distingue además el canibalismo de supervivencia del resto.
- Revela las causas por las que el ?mal de las vacas locas? no fue una pandemia como en un principio se pensaba.
- Aborda por qué nos ha llegado la estereotipada imagen de los caníbales indígenas y africanos y desmiente que la antropofagia fuera absoluta en esas regiones.
El canibalismo acompaña al hombre desde sus orígenes, es parte de su evolución simbólica y le ha ayudado a desarrollar mecanismos de defensa contra algunas enfermedades, este libro muestra cómo y por qué nace y, sobre todo, las razones de su extinción.
Manuel Moros Peña (Zaragoza, 1969) es licenciado en Medicina y Cirugía y especialista en Pediatría y Áreas Específicas. Es autor de decenas de publicaciones en revistas médicas nacionales e internacionales, de numerosos trabajos en congresos científicos y colaborador de la revista Más Allá. También es autor de los libros Seres Extraordinarios. Anomalías, deformidades y rarezas humanas (Edaf, 2004) y Ya somos tres. Cuidados prácticos del recién nacido para madres primerizas (Paidotribo, 2006).