Estamos ante una de las obras más importante que sobre Al Ándalus se han escrito. Por diversos motivos, su realidad histórica nunca fue adecuadamente abordada por la doctrina oficial, que se limitó a repetir aquello tan improbable de la supuesta invasión árabe de 711. El autor aborda, con una sorprendente erudición y una maravillosa claridad de lenguaje, la historiografía de una parte sustancial de la historia de España y de Europa, que no de los árabes. Sus tesis, por innovadoras, nos atrapan y convencen desde la fuerza de su conocimiento y el contraste de fuentes históricas y razonamientos comparativos. Al Ándalus constituye un eslabón insustituible de la historia europea en tanto que supuso una fértil orientalización de lo occidental. Esta Historia General de Al Ándalus parte de la naturalidad de los procesos históricos, ajenos a intenciones interpretativas. Asume que el Islam es la natural herencia de la Roma oriental, que Al Ándalus es hijo de su tiempo hispano previo, y que la historia de las ideas es más sutil y comprensible que las fantasmagóricas caballerías invasoras de bereberes y árabes, con la que se quiso cimentar una determinada idea de Reconquista que en verdad jamás existió como tal.
El papel del cortesano y su cálamo junto al príncipe, la natural tendencia descentralizadora, el auge cultural y científico y la preeminencia urbana andalusíes insinúan un primer renacimiento europeo en árabe que será vertido en siglos de filtración cultural entre traducciones, judíos errantes, mozárabes adaptados y mudéjares en futura ocultación. Tradicionalmente erradicado en tanto que incómoda Tercera España, el esencial componente andalusí se sumaba así -junto con Venecia, Bizancio y Sicilia-, a la larga lista de los renacimientos europeos olvidados.