El manuscrito Historia del Santo Rey don Alonso el bueno, que Baltasar Porreño escribiera en 1624 por encargo del obispo de Cuenca, don Andrés Pimentel, hace varios siglos que mereció ser impreso por su carácter singular. A diferencia de las excelentes biografías actuales de Alfonso VIII de Castilla, Porreño
dedica su biografía a la abadesa del monasterio de las Huelgas, propulsora del proceso de beatificación del Rey Alfonso, y le da un carácter hagiográfico en el que todos los capítulos finalizan con un corolario de virtudes del 'Santo Rey' que le hacen merecedor de figurar en el santoral cristiano.
Porreño relata los hechos más singulares y relevantes de Alfonso VIII: su minoría de edad y su posterior lucha contra 'los domésticos' para recuperar de sus tíos, los reyes de Navarra y de León, cuanto le habían quitado; la conquista de Cuenca, al derrota de Alarcos, la victoria de las Navas de Tolosa, la refundación en Uclés de la Orden de Santiago y el desarrollo de la Orden de Calatrava, pero siempre encauza los hechos relatados buscando el carácter hagiográfico que nos presenta a un Rey Alfonso merecedor de la corona de la santidad.