Llegó con 19 años y, durante seis temporadas, ha tenido que competir por un puesto en el once con megaestrellas de la talla de Ronaldo, Raúl, Van Nistelrooy, Robinho y Benzema.
Ha sido víctima de la inmediatez por triunfar que exige el madridismo y de un sector de críticos que le señalaron como un delantero sin gol. Su fe en sus posibilidades con una combinación de raza, carácter y talento oculto le han hecho protagonizar momentos épicos en los que, con sus goles, el Real Madrid ha ganado Ligas.