Cuatro años después del éxito cosechado por Fámulo (Premio Nacional de la Crítica 2009), Francisco Ferrer Lerín ofrece a sus lectores su nuevo libro de poemas, con su característica «escritura fronteriza», una muestra de osadía formal y experimentación que subraya la potencia esencial de sus palabras. Sus poemas, dotados de un raro poder hipnótico e impregnados de un singular sentido del humor, abordan la crueldad de la naturaleza, y su personalísima nostalgia de una juventud y un tiempo de esplendor, echando mano de la historia natural, las referencias cultas y populares, la enumeración impetuosa, la riqueza léxica, el apunte toponímico.
Como dice de él Luis García Jambrina, «poeta que había sido engullido por su propia leyenda, Ferrer Lerín vuelve a cobrar vigencia con una forma de escritura radicalmente distinta y alternativa a la que ha predominado en estos veinte años».