La imprecación, la enumeración caótica, la explosión del léxico, el poema en prosa y el uso de referencias culturales a veces tan recónditas que pueden considerarse un género en sí mismo, alcanzan en este libro sus mayores cotas de expresividad gracias al tono sarcástico y desgarrado, al surrealismo elegante y al permanente impulso narrativo. Como dijo de su poesía Félix de Azúa , «muchos de sus poemas permiten al lector atento vivir experiencias inusitadas, capaces de transformar nuestras vidas terrestres en algo más próximo a la vida solar».
Fámulo , en palabras de su autor, parece hallarse por fin a salvo de paráfrasis y justificaciones: «Llegados todos a la mayoría de edad, puedo ser leído sin amparo ni filtros».