El protagonista de Hermosos perdedores solo ha amado a tres personas en su vida, y las tres están muertas. Estableciendo un tórrido pero también sofocante triángulo pasional, Leonard Cohen retrata la red de una obsesión amorosa que orbita alrededor de la personalidad de Catherine Takakwitha, una laica católica del siglo XVII que acabó convertida en santa. Esta figura mística se une a los otros dos personajes centrales de la trama, recientemente fallecidos y que el autor no puede sino invocar: Edith, su esposa, y su gran amigo F.
Leonard Cohen se consolidó como escritor con esta novela, que constituye un inmenso collage donde cada pieza explota en infinitas reminiscencias. Ensamblando con inaudita facilidad diálogos absurdos y escenas surreales con los más bellos fragmentos líricos, Hermosos perdedores es una obra carnal que utiliza la sensualidad como el mejor puente para acceder a la sabiduría más elevada. Un espléndido texto que aborda todos los temas y obsesiones que marcaron la génesis de Cohen como artista, lo que hace de esta obra un atlas imprescindible de su universo particular.