Pocos hombres han tenido en sus manos el privilegio de poder cambiar el sino de la Historia; y los pocos que ha
habido lo han hecho a través de la guerra, sembrando su época de muerte, destrucción y dolor. Juan Pablo II,
sin embargo, fue un santo que cambió la Historia con la fuerza del amor que emana de una profunda y sincera fe
en Dios. Una fe que le llevó a entregarse a los demás hasta el último aliento de sus fuerzas.
El relato arranca en los días previos a su muerte y de la mano de toda una pléyade de personajes (como: Benedicto XVI, los cardenales Dziwisz, Oder, Ruini y otros, sus amigos de infancia y de quienes le acompañaron a lo largo de su ejercicio ministerial) podremos seguir el itinerario espiritual que le llevó a Juan Pablo II a ser sacerdote, obispo, arzobispo, Papa y finalmente santo, a través de los principales acontecimientos históricos de nuestra época: el período de entreguerras, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín y del telón de acero, entre otros.
Sin duda, Juan Pablo II, para los creyentes es un santo y para los que no profesan la religión católica el hombre que ha cambiado la Historia contemporánea, y para ambos un modelo a seguir en la actualidad.
En definitiva, esta novela nos presenta la vida de Juan Pablo II, mostrándonos su personalidad, sus sentimientos y emociones a través de la mirada
de quienes le rodearon, de tal suerte que nos muestran.
En definitiva, esta novela nos presenta la vida de Juan Pablo II, mostrándonos su personalidad, sus sentimientos y emociones a través de la mirada
de quienes le rodearon, de tal suerte que nos muestran cómo se fue forjando la santidad en el alma de ese hombre que fue Karol Wojtyla.