Lo importante para Dios es que tanto un éxodo (salirse) como una legislación que protegiera a los desheredados, podrían contagiar a otros pueblos con otras creencias para que comenzaran a vivir como humanos, como hijas e hijos suyos. Empezar a realizar lo que Él había soñado para la humanidad, poco a poco y comenzando desde abajo y desde fuera. De ahí que Dios fomentara en su pueblo la denuncia del desorden establecido, y un anuncio que siempre se hacía real en cosas concretas: una Ley y una comunidad de creyentes que viviera según el corazón de Dios. La estrategia consiste en no hacer el juego a las grandes políticas. El objetivo es ayudar a inventar caminos inéditos para que esas personas necesitadas obtengan al menos una subsistencia digna de la que están excluidas en la política globalizadora: con los pobres de la tierra yo quiero mi suerte echar. Por eso la llamada es a hacer política desde la periferia, desde fuera, no desde el centro de la globalización. Nos sentiremos invitados a nuevos éxodos, a salir de los esquemas de la globalización e intentar nuevos caminos, uniendo colectivos y generando redes, con creatividad política y sociológica.Carlos Rafael Cabarrús s.j. (Guatemala, 1946) Es antropólogo y actual Vicerrector de Integración Universitaria de la Universidad Rafael Landívar, en Guatemala. Fue durante mucho tiempo maestro de novicios jesuitas, donde obtuvo la experiencia psico-espiritual que lo llevó a la preocupación por la metodología del discernimiento cristiano. Es autor de numerosos títulos sobre espiritualidad y antropología.