Los parámetros son simples: que en el momento de elegir el texto el autor no fuese, todavía, lo que se considera un escritor célebre que aún pudiese considerarse un escritor joven. Todos ellos se encuentran entre los 25 y los 40 años. El criterio que prevalece en el proceso de selección es la excelencia de los textos y su capacidad de generar asombro, revelación o envidia por el hecho de no ser el autor del relato. Preferiblemente las tres cosas.
Es simplemente una apuesta, un anticipo de quienes serán, tal vez, los grandes narradores norteamericanos que habrá una vez...»
JUAN FERNANDO MERINO