Este es el libro más célebre de Alonso de Palencia, una crónica de la conquista de Granada, último enclave del mundo islámico en España. Merece atención la perversa astucia psicológica de Fernando de Castilla, quien estrecha lentamente el cerco en torno a Granada y no duda, en unas ocasiones, en decapitar a los moriscos defensores de las poblaciones cercanas a la ciudad mientras que, en otras oportunidades, se muestra magnánimo, perdona vidas y respeta las propiedades de éstos.