Argumento de Gregorio y Yo. Medio Siglo de Colaboración
En una carta desde Niza fechada en 1948, María Martínez Sierra le escribe a María Lacampre, vieja amiga y compañera de lucha que, "En fin, por el momento me tiene contenta haber vuelto a ver y poder trabajar que no me dejo entristecer demasiado por la situación paradójica en que me encuentro de haberme muerto en vida y tener que resucitar para seguir viviendo. Sería una novela sensacional, pero ésa, precisamente, no la quiero escribir". Habiendo recuperado la vista después de una operación de cataratas en París, la infatigable escritora se ve inesperadamente en la necesidad de resucitar ya que en octubre de 1947 había muerto en Madrid el hombre que había sido su marido y con él la firma con la cual había publicado y escenificado la casi totalidad de su obra desde 1898. Fiel a su intachable palabra, nunca escribió esa "novela sensacional". En cambio, lo que sí hizo fue escribir un volumen de memorias, GREGORIO Y YO: MEDIO SIGLO DE COLABORACIÓN (1953), que no solamente narra episodios de su vida literaria vivida junto a Gregorio Martínez Sierra, sino que constata, por primera vez, lo que para muchos de sus contemporáneos había sido un secreto a voces: que ella había sido la colaboradora de la obra firmada de "Gregorio Martínez Sierra".0