La reciente popularidad de los procesos de privatización acometidos en los últimos años se justifica por la búsqueda de la mayor eficiencia de la empresa privada frente a la pública. Sin embargo, el cambio de propiedad no siempre lleva aparejado un incremento del rendimiento de la empresa, siendo necesario ahondar en las principales transformaciones internas que la privatización provoca, así como en los factores que podrían influir en el efecto de las mismas sobre el rendimiento organizativo.