En Gareth Bale, el ciclón de Gales, se repasan los problemas de crecimiento que a punto estuvieron de acabar con su incipiente carrera como futbolista y sus grandes noches con los spurs, como aquella del 20 de octubre de 2010 en la que anotó un espectacular hat-trick en San Siro ante el Inter, vigente campeón de Europa. Hasta llegar, por supuesto, a la temporada de su explosión definitiva, la de 2012-2013, en la que, a las órdenes de André Villas-Boas, y liberado ya de las obligaciones defensivas que implicaba el puesto de lateral zurdo que desempeñó en sus primeros años, se destapó como todocampista, con la espectacular cifra de 26 goles en partidos oficiales con el Tottenham. Un registro que le valió para hacerse con todos los premios individuales que se otorgan en el fútbol inglés.
Si Gareth Bale vale o no lo que se pagó por él, solo el tiempo lo dirá. La única intención de estas páginas es poner en contexto uno de los fichajes históricos de su nuevo club, el Real Madrid.